Transitar: Una forma de crear

Por Alba Rabadán, profesora en Escuela iONA

Cuando pensamos en el arte, solemos imaginarnos un lienzo, un taller o un museo. Hay muchas maneras de hacer arte. Algunas lo hacen con un pincel y otras con un instrumento o un cuaderno lleno de palabras. Sin embargo, para mí, el arte y la creación nace de algo que puede parecer muy sencillo: el propio tránsito.

Caminar, pedalear, detenerse y observar. El tránsito por un territorio no es solo un desplazamiento físico, también puede convertirse en una experiencia artística y transformadora. Cuando transitamos, nuestro cuerpo se convierte en una herramienta creativa. Crear desde el tránsito significa dejar que la naturaleza y la memoria de los lugares nos llenen de emociones e historias.

En mi caso, el arte surge moviéndome por los paisajes en bicicleta. En cada pedaleo, no solo avanzo por los caminos, subo montañas o atravieso calles, sino que construyo recuerdos, imágenes y sensaciones que luego se transforman en obras. Para mí, crear es dejar que el esfuerzo, el cuerpo y los paisajes se unan formando obras a partir del propio tránsito. Cuando viajo en bicicleta, no lo hago con la idea de llegar rápido a un lugar, sino con el objetivo de disfrutar esos tránsitos y llenarme de inspiración.

De todas esas experiencias nacen mis dibujos, fotografías y escritos. A veces son acuarelas rápidas en un cuaderno, otras veces son fotos que capturan un instante, y otras simplemente palabras de aquello que sentí en un lugar. El resultado no es una obra cerrada, sino un archivo vivo de memorias y paisajes que hablan del territorio que recorro. Algunas de esas creaciones tienen forma de libro de artista, donde guardo fotos, mapas, relatos y objetos que voy recogiendo o que me acompañan durante el viaje. Son cofres llenos de memorias.

Personalmente, lo más bonito de crear viajando en bicicleta es que el arte surge junto con las vivencias sobre ruedas. Cada pequeño instante puede convertirse en algo artístico.

Quizás la próxima vez que salgas a explorar, despiertes tu curiosidad y tu imaginación. Porque cada viaje o trayecto puede transformarse en una experiencia artística donde el paisaje nos conecte emocionalmente con el mundo.