Un viaje artístico y cultural entre continentes
¡Bienvenido a la aventura!
En esta escuela de verano hemos dirigido numerosas expediciones y misiones que hemos ido encontrando a lo largo de este largo viaje. Viajamos a los diferentes continentes del globo terráqueo a conocer los contrastes culturales y artísticos de los países que por allí encontramos. ¿Estáis preparados para conocerlas? ¡Allá vamos!
La primera semana viajamos al continente al otro lado del charco, ¡América latina!
En este primer destino nos hemos adentrado en el arte textil "mola" propio de Panamá y Colombia, unos diseños cosidos a mano inspirados en la naturaleza los animales y las formas geométricas que realizan las mujeres "dule" sobre capas de tela destacando sus colores llamativos. Esta comunidad nos habló de unas pinturas rupestres que había en la zona de Argentina que se llamaban "la cueva de las manos" así que ¡allá fuimos! Por el camino conocimos a una artista venezolana, María Montiel, que nos enseñó a pintar con su estilo, flores y plantas con acuarelas que encontramos por la naturaleza.
Ya en el último día por Argentina, teníamos nuestras vestimentas hechas trizas así que aprovechamos para reciclarlas y crear una escultura textil como hace la escultora local Marta Minujin. ¡Qué chulo quedó!
En este segundo traslado cogimos fuerzas y nos fuimos al continente más grande con más de 44.000.000 Km2 de extensión ¿sabéis cuál es? ¡Aterrizamos en Asia!
Nos cuentan que a Shiva, uno de los dioses más importantes de la cultura hindú, le han arrebatado sus cuatro brazos y que para recuperarlos, debemos completar cada una de las actividades que nos encomiendan los distintos países del continente. En China hemos tenido que especializarnos en el sumi-é, un arte milenario basado en la cultura caligráfica china y que requiere de mucho esfuerzo y técnica. Logramos la titulación en el nivel 1, el bambú. Los habitantes de este país nos aconsejaron realizar unos amuletos para ayudarnos en esta misión, realizando bajorrelieves en arcilla del ojo de un dragón, cada ojo tiene un poder y lo hemos convertido en un amuleto de la suerte que también hemos dibujado en el mural de Shiva.
El segundo reto fue encomendado por Japón que nos propuso realizar las ilustraciones tradicionales sobre paisajes japoneses en acuarela, inspirándonos en Hiroshige, y en contraposición, hemos tenido que realizar un paisaje versionando la Tokio más luminosa. Además, hemos aprendido una obra muy importante, la ola de kanagawa diseñado por Hokusai, la cual tuvimos que realizar con una técnica nueva ¡La monotipia!
Por último, llegamos a la India y participamos en el festival Holi retratando a la gente con los polvos de colores. ¡Qué agotador! Menos mal que, al finalizar cada reto, aprendíamos una posición nueva de yoga para recuperar las fuerzas.
Conseguida la misión y como recompensa y agradecimiento por el esfuerzo, Shiva nos otorgó el tercer ojo para conseguir espiritualidad después de tanto trajín y poder volver a casa. ¡Lo conseguimos!
Cambiamos de continente y aterrizamos en África ¡Qué pasada de colores hay por aquí!
Lo primero que hicimos fue familiarizarnos con el entorno, para ello decidimos irnos de safari para ver los bellos atardeceres y sus preciosos animales de cerca. No llevábamos cámara así que aprovechamos para capturarlos a través de lo mejor que sabemos hacer, ¡el arte!
Parecía una semana tranquila.... pero cuando llegando a Kenia, nos topamos con la tribu de los masai que nos avisaron de que se avecinaba un mal temporal de varios días, lo que impediría nuestra vuelta a casa en la fecha prevista ¡Qué mala pata! Pero los masai nos aconsejaron aprendernos el ritual del saludo al sol y llevar puestos nuestros collares rituales, pero...¡No teníamos ninguno! Así que nos los tuvimos que fabricar nosotros a toda prisa para bloquear el mal tiempo. ¡Y lo conseguimos!
Pudimos continuar la marcha por la parte sur del continente africano, realizando máscaras de arcilla en una cueva que encontramos y que llevamos como amuletos. En esa cueva encontramos representaciones en la roca sobre la deidad Mami Wata. Cuenta la leyenda que se trata de una diosa que se representa como sirena, mitad mujer y mitad pez, y que de ella depende el destino de los viajeros fluviales. Como no sabíamos en qué medio de transporte íbamos a volver a casa, por si acaso, le dedicamos un dibujo mediante la técnica del esgrafiado.
Finalmente, de regreso nos encontramos con Twins Seven Seven, un artista contemporáneo de nacionalidad nigeriana con mucho renombre, en el que nos inspiramos para realizar retratos de todas las gentes que encontramos en el viaje. ¡Chulísimos!
Qué lejos nos toca irnos esta vez... ¡Nos bajamos a Oceanía!
En este continente tan lejano hemos tenido que hacer de caza tesoros. Nos hemos adentrado en la Isla de Nueva Zelanda y sus gentes, los maorís, nos contaron que un personaje muy importante, y un poco pícaro y travieso llamado Maui, estaba pescando con sus hermanos y perdió su amuleto, el gran anzuelo MANAIAKALANI. Esto era sin duda un síntoma de mal augurio. Así que, nos pidieron ayuda para poder encontrarlo. Los maorís nos enseñaron la Haka, una danza guerrera para atraer la fuerza y mostrar la valentía ante tal misión, la cual tuvimos que ir aprendiendo y perfeccionando con el paso de los días. Nos mostraron sus atuendos y tatuajes y los significados que podían tener según sus formas. Descubrimos en ellos, que debíamos ir a la Isla de Pascua a ver los Moáis, unas grandes cabezas de roca plantadas que, curiosamente miraban hacia un mismo lado... Asutralia. ¡Esto tenía que significar algo! Sin pensarlo mucho nos pusimos rumbo a la gran isla y nos adentramos en unas cuevas donde parecía haber dibujos con símbolos aborígenes, pero no entendíamos nada. Así que replicamos todos los símbolos para estudiarlos con la ayuda de una artista contemporánea llamada Emily Kame, que es experta en reinterpretar el estilo aborigen mediante puntillismo, o como lo llaman aquí estilo Pukumani. Gracias a este intenso estudio, descubrimos que el mensaje oculto tras los símbolos nos llevaban a la Gran Barrera de Coral, un fenómeno natural espectacular donde estuvimos haciendo snorkel y pintando la fauna y flora oceánica hasta que ¡TA-CHÁN! el anzuelo de Maui apareció entre los corales. Resulta que este personaje despistado se lo dejó olvidado mientras pescaba y hacía de rabiar a sus hermanos... ¡Vaya cabeza!
Por aquí había una expo de arte protesta de un artista llamado Richard Bell, sobre la protección de las tierras aborígenes, la identidad y la defensa de lo natural. Nos pareció muy interesante y que tenía razón, todo lo que hemos visto en este viaje ¡hay que protegerlo!
Cumplida la misión, le hicimos unos retratos chulos de Maui con su anzuelo para tener un recuerdo del viaje y volvimos con los maorís para mostrarles nuestra danza perfeccionada porque ahora sí que sí, nos ganamos el título de valientes y fuertes, ¡Fliparon con lo bien que nos salió!
¡Último viaje! Como estamos tan agotados y esta semana era tan corta, decidimos quedarnos por Europa que nos pilla más a mano.
Pensamos que quizá este viaje sería más tranquilito pero... ¡Nuestro gozo en un pozo! Resulta que llegaron a los oídos del dios nórdico Odín, que un grupo de chavales habían estado resolviendo misiones imposibles en los distintos continentes del mundo. Esto le puso muy celoso y decidió ponernos a prueba con unos cuantos retos y actividades.
Primero, nos tuvimos que ir a Finlandia y elaborar un tapiz o "rijy" que así es como se llaman. Como no teníamos ni idea de cómo empezar, vimos que el artista contemporáneo finlandés kustaa Saksi, realizaba unos tapices preciosos inspirados en insectos y naturaleza, así que fuimos a pedirle ayuda y a inspirarnos en su obra. ¡Madre mía qué laborioso es eso!
El segundo reto nos lo colocó en Grecia , donde nos estudiamos las esculturas clásicas y la mitología griega y en específico la figura de medusa y sus poderes. Se nos ocurrió hacer una pequeña versión de este personaje mitológico a ver si conseguíamos paralizar a Odín y que nos dejase tranquilitos en este viaje (spoiler, no funcionó).
El tercer reto nos situaba muy cerquita de casa, ¡nos íbamos a Portugal! Tuvimos que aprender cerámica e imitar las decoraciones de azulejos típicas del país vecino. ¡Nos quedaron idénticos!
Al volver a llevarles nuestros retos superados a Odín, quisimos pasar por Suecia porque allí había una artista contemporánea Bella Rune que tiene unas esculturas colgantes enormes de hilo, que hacen unas formas geométricas preciosas y delicadas, pero también muy útiles, porque las queríamos utilizar para atar a Odín en cuanto le viésemos ¡Así fue! Odín quedó inmóvil sin poder hacer nada así que llegamos a un acuerdo. Le liberaríamos si nos dejaba por fin volver a casa y se dejaba de retos, ¡que estábamos agotados! Asombrado por nuestra valentía y nuestra eficacia en resolver misiones, aceptó. Y ahora somos súper amiguis. ¡Le hemos hecho un retrato y todo!
Fin de este gran viaje, de nuestras misiones y de estas experiencias donde hemos aprendido un montón y hemos visto partes espectaculares del mundo. ¡Cogemos las merecidas vacaciones con muchas ganas!
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