Por Mireya Enguix, profesora en Escuela iONA
El dibujo es una herramienta de gran valor, ya que es un medio de expresión a través del cual los niños y adultos plasman lo que son y dejan una parte de ellos mismos sobre el papel, condicionado por sus sentimientos y su energía. Por lo cual cada persona transmite en sus dibujos unas características que lo hacen único, tendrá un estilo personal y una forma de hacer, influenciado por sus experiencias, su carácter, sus gustos y conocimientos que se irá transformando a medida que vaya viviendo cambios.
Por otra parte a pesar de la individualidad de cada uno, es curioso ver como un niño/a aunque tenga una forma propia de ver y plasmar su mundo, comparte ciertas similitudes con sus compañeros de la misma edad a la hora de dibujar y que estas características compartidas van avanzando y transformándose a lo largo del tiempo ciñéndose a una edad y etapa determinada .
En cada etapa podemos encontrar una forma común de representar el mundo que les rodea:
Ya desde una edad muy temprana en torno a los 2 años existe interés en pintar o dibujar , hay un disfrute exento de normas y expectativas , se reduce al placer de la textura de la pintura sobre el papel y el placer de la expresión del propio color garabateando con líneas circulares que se solapan y se expanden por todo el papel ( o la pared ) es la conocida etapa del garabateo que dura hasta los 4 años aproximadamente según el niño/a.
A partir de los 4 años, esta edad tan maravillosa en la que ya empiezan a iniciarse en la escuela los alumnos más pequeños , ya se ha desarrollado en ellos un gran interés sobre todas las cosas que les rodea de su mundo más cercano, por lo cual empiezan a dibujar cosas que tienen un sentido y a representar en sus dibujos aspectos comunes a todos los niños como personas importantes de su vida , de su familia, amigos o profes, árboles, casas , el sol , animales..
Es curioso y divertido como en esta etapa se representan los distintos elementos, ya que distan mucho de la realidad . Tienen sus propias normas de color, proporción y forma. Por ejemplo, cuando dibujan a personas todos tienen algo en común y es la ausencia de volumen en los cuerpos, suelen tener una gran cabeza circular y un cuerpo, piernas y brazos de líneas como si fueran “cerillas”. Es en esta fase cuando se desarrolla más la figura humana, pueden encontrarse cuerpos desproporcionados en los que habitualmente la cabeza y el torso son grandes y las piernas y los pies muy pequeños o de golpe las manos más grandes que el resto del cuerpo.
En cuanto al color también hay una característica muy curiosa en esta etapa y es la experimentación con todos los colores. No tiene por qué corresponder el color del objeto o ser representado con el color utilizado para pintarlo, la elección depende del gusto , la casualidad o la psicología del niño.
También se personifican los animales, objetos y plantas dibujándolos con cara o forma de persona y cualidades humanas. Esta etapa la conocemos como la pre-esquemática y engloba desde los 4 hasta los 7 años, dentro de esta etapa se evoluciona mucho pudiendo ver en ellos grandes cambios de un curso para otro, y evolucionando progresivamente.
1.(izquierda)Daniela Manso, etapa preesquemática
2. (derecha)Candela Fuentes, etapa preesquemática
La etapa esquemática (7-9 años ):
Todas estas etapas son orientativas y generales aunque siempre habrá excepciones.
En esta etapa podemos ver en sus dibujos mucha más precisión y detalle por lo que les lleva a hacer elementos más pequeños y detallados tendiendo a la miniaturización, a diferencia de la anterior en la que los trazos son más enérgicos y toscos y por lo cual hay más facilidad en formatos más grandes .
La figura humana evoluciona mucho en esta edad y es que ya no sólo se conciben las personas de frente sino que ya dibujan el perfil, también hay más facilidad para dibujarlos en movimiento y en distintas posiciones. También en el momento de organizar los elementos en la composición, ya no están dispersos de forma aleatoria sino que ya existe linealidad para situarlos y empiezan a reconocer las dos dimensiones, creando una línea de tierra donde situar a las figuras. También los colores de los elementos empiezan a corresponder más con la realidad y pueden dibujar no solo lo que están viendo sino lo que imaginan y saben que hay aunque no se vea, como el interior de las cosas.
3. Martina Gómez, estapa esquemática
Entre los 9 y los 12 nos encontramos en la etapa del realismo. En esta fase intentan buscan la representación más fiel a la realidad. Aquí podemos encontrar algo más de frustración que en las anteriores por querer plasmar la realidad tal cual la ven siendo deslumbrados por representar una realidad más fotográfica y no ser correspondido con lo que dibujan. En este momento se combinan la imaginación y la representación mimética de las cosas y podemos adentrarnos en un aprendizaje más técnico del dibujo, como las diferentes formas de representación espacial y sentido de la estética y composición de las imágenes.
Nos encontramos con la última etapa que se encuentra entre los 12 y 14 años , se puede apreciar el desarrollo del razonamiento y con ello una formación crítica de sus obras.
A partir de este momento en la adolescencia y adultez suele haber un cambio muy grande en comparación con la infancia, es más difícil encontrar la espontaneidad y la libertad en la creación. Por lo cual muchas veces los adultos deben inspirarse en los niños y liberarse de la rigidez , convencionalismos y reglas para poder expresar realmente su propia visión de manera más libre y personal .
4. Muestra de dibujo en la etapa realista
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