Por Lucía Ares, profesora en Escuela iONA
Es muy habitual sentirse perdid@/confundid@ a lo largo del proceso creativo. Pensamos que algo falla, pero no sabemos el qué. Pues bien, aquí te voy a dejar unas claves que puedes tener cerca para salir del atolladero de la incertidumbre y encontrar las respuestas que necesitas.
La pintura y el dibujo se asientan en unos pilares básicos cuyas "normas" se repiten una y otra vez. Esas normas, o mandamientos, como los llamo a veces, son la estructura de cualquier imagen que vayamos a representar, y por ello, si las mantenemos presentes, y nos olvidamos de otros aspectos superficiales, que nos complican de forma innecesaria, lograremos ser capaces de dibujar o pintar cualquier tema que nos motive. Eso sí, este recordatorio nos servirán cuando estemos utilizando una imagen como punto de partida. Si estamos lanzados a la creatividad y no buscamos el realismo, tendremos más libertad para trabajar. Pero vamos al tema. He aquí los mandamientos principales para pintar realismo:
1. No existen retratos, paisajes, bodegones, ni brillos, agua, metal, etc. Sólo formas, distancias, color y textura. Si limito mi mente a centrarse en tan sólo estos elementos lograré cualquier objetivo.
2. Los colores terciarios (amarronados, grisáceos, verdosoamarronado) son los reyes. Aunque al principio te resulte complicado, tienes que saber que los colores directamente del bote rara vez están presentes en la realidad. Tendrás que combinarlos muy probablemente con al menos otros dos.
Detalle de autorretrato de Rembrandt. Recuerda: los colores terciarios son los reyes
3. El blanco y el negro apagan la saturación ( intensidad) del color, y por ello es muy frecuente utilizarlos para lograr un color más cercano a la realidad. Es importante que recuerdes que el blanco aclara pero apaga la luminosidad del color. Ejemplo: Si quiere obtener un verde cálido/luminoso, aplicaré amarillo, NO blanco.
A la izquierda, verde con un toque de blanco. A la derecha, un verde luminoso ( más cantidad de amarillo que de azul)
4. Para conseguir un efecto tridimensional necesitas conseguir al menos tres matices de un color o de varios. Esto se consigue mediante el uso del degradado (una transición suave de un color a otro). Sólo tienes que mezclar los dos colores fronterizos para conseguir un tercer color intermedio que los conecte. Si tu dibujo/ pintura parece plano sin duda estás olvidándote de este punto.
5. Los colores oscuros son necesarios para conseguir contraste y potenciar la luminosidad de tu obra. No los evites. No hay luces sin sombras, ya lo sabes.
6. Para representar texturas rugosas es más apropiado trabajar con pintura más densa, sin diluir. Para representar texturas más homogéneas y lisas es necesario diluir un poco mi pintura.
Trucos para la proporción:
-Dibujar al revés nos ayuda a centrarnos sólo en las formas y distancias que vemos, sin caer en la trampa confusa de ponerle nombre a lo que tratamos de dibujar.
-Truco de la foto. Tener en tu galería la imagen a representar y tu dibujo justo al lado, en tamaños aproximados te ayudará a ver las diferencias y errores a corregir. Si son muchos puedes apuntarlos en el bloc de notas :D
Advertencia: el truco de la foto sólo funciona con proporciones, los colores se alteran en las pantallas y según el brillo de nuestro dispositivo y también según la iluminación del espacio donde nos encontremos. Es por esto por lo que algunos pintores pintan siempre a la misma hora del día e incluso en unos meses determinados. La luz, y por lo tanto, el color, va cambiando constantemente y eso altera la percepción de tu obra.
Ahora no te olvides de estas pautas, tenlas siempre en mente cuando entres en un periodo de incertidumbre, pues seguro que si comparas estos puntos con tu obra encontrarás qué es lo que le falta.
Comentarios